Las famosas 500 liras de plata conocidas como carabelas,
por las tres naves colombinas representadas en el reverso, han circulado
ampliamente y parece ser que no tienen nada de particular, pero lo cierto es
que es una moneda única y muy discutida. Incluso actriz principal de un pequeño
escándalo debido a la posición de los gallardetes de las carabelas en el
reverso.
Primero un poco de historia, se trata de la primera acuñación
efectuada en la República Italiana de 500 liras de plata, y también la más duradera.
Se acuñó por primera vez de forma regular en 1958 y su distribución se mantuvo
ininterrumpida hasta 1961 y un segundo periodo de acuñación entre 1964 y 1967,
en total se acuñaron 97.840.000 de ejemplares. Esta es la única moneda de plata
que no ha nacido con la finalidad conmemorativa, como es el caso de las
posteriores de misma denominación. Ejemplos de acuñaciones posteriores de mismo
valor son los 700 años del nacimiento de Dante y el centenario de la capitalidad
de Roma, entre otras. Además las carabelas se enorgullecen de otra cosa,
según parecer unánime son las monedas más bellas de la República. El noble busto
femenino vuelto a la izquierda evoca el renacimiento, no solo por el peinado y
vestido, sino también por la gracia y delicadeza que lo caracterizan.
El entonces ministro del Tesoro, Giuseppe Medici había
encargado a la ceca una moneda que testimoniase el momento de pujanza económica
que vivía Italia en esa época. Por lo que hacer un paralelismo con el
Renacimiento era perfecto. El bellísimo busto fue creado por el grabador jefe
de la ceca, Pietro Giampaoli, quien tomó a su esposa como modelo.
Ahora pasaremos a una de las curiosidades más buscadas
por los coleccionistas. En el reverso están las tres carabelas de Colon, desde
siempre símbolo del ánimo emprendedor y aventurero. Quién ideó y grabó esta iconografía es
Guido Veroi, el cual en 1957 recibió el encargo de estudiar un proyecto
adecuado al dibujo del anverso. El propio autor recuerda que sólo tuvo una
noche para realizar el trabajo. El artista después de haberse documentado
presentó un modelo de escayola en el que los gallardetes de las tres carabelas
aparecían a contra viento, osea hacia la izquierda. Con este cuño fueron
realizadas 2000 ejemplares de prueba en 1957 y con la inscripción Prova en la parte inferior izquierda, siempre al reverso. Cuando se
procedió a la emisión para la circulación normal, a partir de 1958, los
gallardetes aparecían corregidos y
miraban a la derecha. Muchos manifestaron su enfado diciendo que las pruebas se
habían realizado con un error muy evidente. El resultado es que las 2000 monedas
que se acuñaron así tienen un valor muchísimo más elevado que las otras monedas
acuñadas con los gallardetes hacia la derecha y se llegaron a vender a 8
millones de Liras cada una.
Pero Veroi negó haber incurrido en un error y lo demostró
documentalmente: el propio Colón en su diario a bordo manifestó haber viajado
contra viento, con el llamado efecto "viento de bolina", como llaman
los marineros cuando las embarcaciones se arriman al viento al máximo como remontándolo.
Entonces, porque la posición de los gallardetes se corrigió posteriormente? La
respuesta fue que no todos son expertos en el arte de navegar y las monedas
deben resultar comprensibles sin dar lugar a incertidumbres ni equívocos. Sea
como fuere, error o no, perdura la realidad de una moneda que sigue siendo
objeto de activos intercambios.






